William Osler. Una vida entregada a la medicina

William Osler. Una vida entregada a la medicina

Michael Bliss
Profesor en la Universidad de Toronto. Especializado en Historia de la Medicina e Historia del Canadá

Una de las mayores virtudes de esta obra de Michael Bliss es que relaciona la vida de Osler con todas sus circunstancias: geográficas, familiares, docentes, académicas, históricas, sociales, etc. La biografía se convierte en una ventana que nos permite comprender de modo nítido e hilvanado el mundo y la historia que le tocó vivir a Osler. Bliss es un buen historiador y un buen escritor. El resultado es una obra exquisitamente elaborada, equilibrada, bien trabada; es un mosaico inmenso donde las piezas encajan y se iluminan entre sí, de modo que podemos contemplarlo en conjunto sin perdernos en los detalles que son la delicia de los curiosos amantes de la realidad humana concretada en anécdotas.

Los detalles son suficientes para darse cuenta cabal de los hilos que configuraron la vida de Osler y de como él y las circunstancias los tejieron. La historia es objetiva, al alcance de estudiantes, médicos, investigadores, y legos: “he procurado hacer cada párrafo inteligible a todo lector bastante culto, lego o médico, desde el estudiante universitario al biólogo molecular, hasta el agotado médico general, a cualquiera con cierto gusto por la biografía”. La obra sobrepasa la vida privada de Osler: “La vida de William Osler ilumina su época médica y cultural de modo sorprendente, y espero que también ilumine la nuestra. Este libro trata de la llegada de la medicina moderna, de la formación de los médicos, de la relación médico-enfermo, del localismo y el holismo en el pensamiento médico, de los modelos a imitar, del feminismo, del humanismo, de la ciencia y las humanidades, del victorianismo, del ascenso de los Estados Unidos de América del Norte, del triángulo cultural del Atlántico Norte, de la Gran Guerra, del declinar del cristianismo, de la enorme prolongación de nuestras expectativas de vida, de la religión del cuidado de la salud, del temperamento anglicano, y de mucho más”. Manuel Fuster Siebert